Vamos a empezar con un clásico muy sencillo.
Ingredientes
- Huevos (es fundamental que sean en número par)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pan
Preparación
En una sartén antiadherente ponemos aproximadamente un centímetro de aceite a calentar. Mientras se calienta, cascaremos un par de huevos en un plato para facilitar el momento de echarlos a freír.
Cuando se haya calentado bastante el aceite (justo en el momento antes de que empiece a echar humo), añadimos los huevos. Como nos gusta que las yemas queden líquidas, no vamos a dejarlo demasiado tiempo. Para que se hagan por la parte superior con pequeños golpes de espumadera iremos vertiendo aceite sobre la zona de la yema.
En unos 2 o 3 minutos tendremos los huevos listos. Basta con sacarlos con un poco de cuidado para no romperlos. Disfrútalos comiendo con las manos y ayudándote con el pan.
¡A disfrutarlo!
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